"Un profesor TIC debe ser antes profesor que tecnólogo. Debe analizar las herramientas TIC con cierta profundidad y utilizar en el aula sólo aquellas que se adapten a la situación del grupo-clase. No se deben utilizar herramientas farragosas por el mero hecho de que sean modernas o novedosas. Por otra parte, un buen profesor TIC debe no sólo conocer y manejar distintas herramientas tecnológicas, sino que debe saber implementarlas de forma solvente y en los momentos más adecuados. La tecnología debe estar perfectamente integrada en el aula, pero siempre sin olvidar que lo verdaderamente importante en la educación son los procesos de enseñanza-aprendizaje" (Francisco José Ruiz)
Los contenidos y metodologías que forman parte de la acción docente necesitan un reciclaje continuo, para ofrecer en cada momento una educación de calidad. Por lo tanto es evidente que la educación va de la mano de la realidad, avanzando con ella, cambiando. La realidad actual se llama la era de la información y la comunicación, la era digital.
Como bien señala Francisco José Ruiz en las líneas que introducen este comentario, el profesor no es un tecnólogo, su tarea debe centrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje que actualmente cuenta con herramientas digitales que no podemos ignorar. Debemos hacer un esfuerzo para aprender a utilizarlas e incorporarlas a nuestra metodología, descubriendo las ventajas que nos ofrecen y aprovecharlas. Utilizar las TIC en su faceta educacional y potenciarla, para que cada día sean más ventajosas para los docentes.
Las competencias TIC en los docentes se centrarán en saber cuando aplicar cada herramienta y de qué manera y, evidentemente, son necesarias unas nociones básicas para manejarlas.
Las TIC TAC
martes, 8 de junio de 2010
martes, 1 de junio de 2010
¿Pueden ayudar las redes sociales a la mejora del profesorado y a la innovación en la enseñanza?
Siempre he pensado en la necesidad de un gran cambio en el sistema educativo, que pasa por un cambio profundo en nuestra forma de concebir la educación. Al leer el articulo que nos propones, he visto muy real la visión de Juan Antonio. A lo mejor, el gran cambio que todo el mundo espera, ya está pasando con pequeñas modificaciones directamente relacionadas con los maestros y su enseñanza en las aulas. La suma de cambios pequeños. Y uno de éstos tendrá que ver con las redes sociales, por supuesto, porque éstas forman parte de la realidad. Creo en ellas como herramienta para seguir desarrollando la labor docente, como instrumento de comunicación e intercambio de información.
En el artículo se nos presenta un caso de un profesor que encuentra el apoyo que no tiene en el centro escolar en las redes sociales. pues me alegro. pero, ¿realmente mejorará la línea pedagógica del centro escolar en sí? ¿Mejorá el clima y la relación entre profesores? El apoyo es necesario entre el conjunto de personas que participan en un mismo proceso de enseñanza, que tienen que tomar decisiones, trabajar en equipo, se afrontan a los mismos alumnos y a los mismos problemas... viven la misma realidad y actúan en ella.
Desde esta perspectiva las redes sociales tienen un papel secundario. Son una herramienta más. Respondiendo a la pregunta inicial: sí, pueden influir en la mejora del profesorado y en la innovación pedagógica ya que son un instrumento de comunicación e intercambio de información y experiencias que si lo utilizamos como tal nos permite conocer realidades diferentes y parecidas a las nuestras, soluciones alternativas, permite una movilización más rápida de proyectos e iniciativas, puede llegar a más personas, traspasa fronteras... pero no hay que olvidar que, por ahora, existen los equipos pedagógicos, los compañeros de trabajo, los centros escolares... compartimos realidades con peronas y son éstas con las que debemos comunicarnos y buscar soluciones.
En el artículo se nos presenta un caso de un profesor que encuentra el apoyo que no tiene en el centro escolar en las redes sociales. pues me alegro. pero, ¿realmente mejorará la línea pedagógica del centro escolar en sí? ¿Mejorá el clima y la relación entre profesores? El apoyo es necesario entre el conjunto de personas que participan en un mismo proceso de enseñanza, que tienen que tomar decisiones, trabajar en equipo, se afrontan a los mismos alumnos y a los mismos problemas... viven la misma realidad y actúan en ella.
Desde esta perspectiva las redes sociales tienen un papel secundario. Son una herramienta más. Respondiendo a la pregunta inicial: sí, pueden influir en la mejora del profesorado y en la innovación pedagógica ya que son un instrumento de comunicación e intercambio de información y experiencias que si lo utilizamos como tal nos permite conocer realidades diferentes y parecidas a las nuestras, soluciones alternativas, permite una movilización más rápida de proyectos e iniciativas, puede llegar a más personas, traspasa fronteras... pero no hay que olvidar que, por ahora, existen los equipos pedagógicos, los compañeros de trabajo, los centros escolares... compartimos realidades con peronas y son éstas con las que debemos comunicarnos y buscar soluciones.
domingo, 18 de abril de 2010
Secretos de alturas (Carlota de Otto)
A siete mil pies de altura (unos dos mil cien metros) donde estallan todos los rayos del mundo, hay un pueblito donde se dice: «ahorita»y donde se dice: «Guadalupe». En ese pueblito las casas son de color cereza y saben a barro y a chiles rojos.
Y en ese pueblito las humedades sólo se viven en los ojos y las mujeres huelen a geranios oscuros.
Las niñas y los niños de ese pueblo tienen los ojos tan negros que parece que no miren a ninguna parte. Pero miran hacia los abismos que rodean la aldea, hacia donde estallan todos los rayos del mundo, y parece que hagan predicciones mudas.
Las abuelas de todos esos niños, viejísimas abuelas que olieron a geranios, tejen alfombras infinitas para que los rayos no partan los corazones de los nuevos niños, y les cortan mechones de cabello negro que guardan en frascos de cristal para desbancar, cuando llegue el momento, a las nubes oscuras. Las noches de luna llena los chiquitos y las chiquitas siempre son alcanzados por la tormenta.
Todos los habitantes del pueblito se reúnen en corro y rezan a sus vírgenes para que salven a alguno de ellos.
Entonces, las criaturas, en un ritual delirante, contraen su pecho y expanden los rayos hacia el resto de los pies que faltan para llegar al sol.
Cuando los rayos lo tocan, el astro desprende pedacitos de su corteza en forma de lluvia polvorosa.
Es una imagen fascinante.
Niños y niñas con rayos en los corazones entre todas esas casas color cereza, mirándote a ti, con esos ojos negros que parece que no miren a ninguna parte.
Sus abuelas murmurando quién sabe qué historias para invocar la misericordia de alguna virgen. Y rompiendo uno a uno los potes de cristal para que que vuelen los mechones negros y aminoren la potencia del temporal.
Que nadie pueda decir que los hombres se quedan impasibles ante la furia de la vida y la naturaleza.
No todos los niños sobreviven a esa madrugada y sus cuerpos son enterrados a las orillas del pueblo.
Los siguientes días de luna menguante, el pueblo recoge los pedazos de sol que caen a todas horas del cielo.
Hacen muchas fiestas rituales, y se lanzan polvos ardientes los unos a los otros para que les traigan más suerte.
También les nacen algunas lágrimas pero sólo les nublan los ojos sin llegar nunca a diluviar.
Unos días más tarde de la luna llena, se diluye su luz en el horizonte, ahí donde estallan todos los rayos del mundo. Se diluyen también los miedos, los delirios, las euforias de esa madrugada maldita.
Los habitantes del pueblo vuelven a sus tareas pero todos esperan silenciosamente la siguiente luna llena, acumulando supersticiones.
Y nadie los entiende porque están a dos mil cien metros de altura, en un pueblito donde se dice:
«ahorita»,
y donde se dice:
«Guadalupe».
Y están demasiado alto.
miércoles, 10 de febrero de 2010
II CERTAMEN DE NARRACIÓN DEPORTIVA 2OO9/2010
-LO DIVERTIDO ES JUGAR-
Cada sábado, los niños del pueblo iban muy preparados con la intención de jugar al fútbol al campo del colegio. Todos tenían un balón nuevo, unas botas de las mejores marcas, los guantes de Iker Casillas y las camisetas del Real Madrid o del Barça. Como no querían estropear o ensuciar su material, nunca conseguían empezar o terminar el partido.Cuando llegaban a casa les preguntaban: ¿Qué tal el partido? ...Ellos nunca decían que muy bien. Los padres, preocupados, decidieron ir a verles jugar, entonces se dieron cuenta porqué no se divertían y siempre reñían entre ellos.
Los mayores decidieron que para el próximo día que les tocara jugar fueran con ropa y zapatillas usadas (tirando a viejas), así no se preocupaban del equipo y se centraban en jugar.
Cuando llegó ese día, los niños pudieron jugar y divertirse; al fin terminaron un partido, compartieron risas y juegos. Una vez en casa sus padres les preguntaron lo de siempre y por fin contestaron: nos lo hemos pasado genial, hemos ganado. Y otros decían, nos lo hemos pasado muy bien y casi ganamos.
Ana Alonso
C.P. Ntra. Sra. de la Piedad. -6º primaria. -Herrera de la Pisuerga
martes, 2 de febrero de 2010
miércoles, 27 de enero de 2010
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